Cuando pensamos en alumnos con necesidades educativas especiales tendemos a pensar rápidamente en qué cosas no son capaces de hacer, pero solemos olvidarnos de ponderar aquello que sí son capaces de lograr.
Este alumnado, de manera general, precisa de una educación específica, una educación dedicada a ellos, pero la educación inclusiva nos obliga a que este alumnado se encuentre en un aula donde es incapaz de seguir el ritmo normal de una clase. ¿Qué hacer entonces?
Este alumnado, de manera general, precisa de una educación específica, una educación dedicada a ellos, pero la educación inclusiva nos obliga a que este alumnado se encuentre en un aula donde es incapaz de seguir el ritmo normal de una clase. ¿Qué hacer entonces?
Aunque no podemos ignorar que este tipo de alumnado aprenderían más con un profesor de apoyo que lo sacara del aula, tampoco podemos creer que esto es lo mejor para nuestro alumno, pues, que se desarrolle socialmente, es, en la mayoría de los casos, el objetivo más importante.
Sin embargo, demasiado a menudo la única atención a la diversidad que existe en las aulas se trata precisamente de sacar al alumno de clase para darles unas pocas clases de apoyo.
Lo que esto consigue es que se resquebraje su sentimiento de seguridad y bienestar de estos alumnos en el aula y terminan abocándoles a una marginación aún mayor de la que suelen sufrir. Además, cualquiera que haya pasado por esta experiencia como docente sabe que esos espacios de apoyo, fuera del aula, terminan por convertirse en ghettos de marginación. Por ello deben adoptarse el empleo y uso de estas medidas excepcionales solamente si todas las demás han fracasado.
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En esta utopía que es la educación inclusiva, si lo que se pretende es que se integre a todas las personas, incluidas los ANEE, pero también de aquellos alumnos que sobresalen de la media, precisan de que se tomen algunas medidas que, a pesar de que la educación inclusiva “existe” en España desde hace veinte años, aún no se han tomado.
Algunas de ellas son las siguientes:
Lo que esto consigue es que se resquebraje su sentimiento de seguridad y bienestar de estos alumnos en el aula y terminan abocándoles a una marginación aún mayor de la que suelen sufrir. Además, cualquiera que haya pasado por esta experiencia como docente sabe que esos espacios de apoyo, fuera del aula, terminan por convertirse en ghettos de marginación. Por ello deben adoptarse el empleo y uso de estas medidas excepcionales solamente si todas las demás han fracasado.
Algunas de ellas son las siguientes:
§ Debería existir un currículo comprensivo y flexible que hiciera más fácil la integración de todo el alumnado
§ Sería de vital importancia la reprofesionalización del profesorado para que sepan cómo tratar a este tipo de alumnado.
§ Que exista y se fomente un trabajo solidario, cooperativo y conjunto entre los docentes.
§ Y por último, que los profesores cuenten con el apoyo y los recursos didácticos necesarios (fuentes de financiación).
Las adaptaciones curriculares
En España las medidas que existen para dar respuesta a los ANEE son principalmente tres:
§ Permanencia de un año más en el curso o ciclo. No se trata de repetir sino de adecuar su currículo a esas necesidades concretas que el alumno aún no ha superado (este procedimiento no se suele llevar a cabo porque se intenta que continué en un grupo con gente de su edad para que la edad no suponga otra diferencia más que le provoque aún más marginación
§ Propuestas de diversificación curricular a alumnos para que puedan llegar a alcanzar el título de educación secundaria.
§ Y por último las adaptaciones curriculares significativas. Se ejercen a lo largo de toda la educación secundaria y son estas y no las anteriores las que hacen que un ANNE pueda recibir un trato equitativo en el aula en cuanto a la educación que reciben.
Existen tres niveles de concreción curricular, según su marco de actuación:
o A nivel de Comunidad Autónoma.
o A nivel de centro.
o A nivel de aula (el que a nosotros nos ocupa), relación alumno-profesor (adaptaciones curriculares).
Los ANEE, por sus características, requieren que se tomen medidas individualizadas para que puedan acceder a “su propio” currículo, es decir, estaremos hablando de realizar una adaptación curricular para que estos alumnos puedan aprender a otro nivel, a su nivel.
De esta manera una adaptación curricular puede entenderse como cualquier ajuste o modificación realizada en el currículo o la programación didáctica para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje de un determinado alumno y obtener su máximo desarrollo posible.
De esta manera una adaptación curricular puede entenderse como cualquier ajuste o modificación realizada en el currículo o la programación didáctica para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje de un determinado alumno y obtener su máximo desarrollo posible.
Estas modificaciones individualizadas pueden ser más extensas (adaptaciones significativas) o menos (no significativas, las variaciones sobre el currículo ordinario son mínimas: se cumplen los objetivos y los contenidos básicos y permiten cumplir los objetivos de etapa).
Dependiendo de las capacidades de nuestro alumno serán unas u otras, pero en el caso que a nosotros nos ocupa: los ANEE relacionadas con dificultades en el aprendizaje, suelen ser siempre adaptaciones significativas, es decir, "grandes" variaciones con respecto al currículo ordinario.
En este tipo de adaptaciones significativas se adecuan, se priorizan, se introducen cambios o se eliminan objetivos, contenidos y criterios de evaluación buscando satisfacer las necesidades del alumno pero tratando de alcanzar los objetivos generales de la etapa.
Además cuando realicemos una adaptación debemos basarnos en dos principios:
- Principio de normalización: tratar de que el ANNE pueda participar en la mayor parte de las actividades de aula.
- Principio de individualización: aunque no siempre se hace, se debe tratar de realizar una adaptación de manera individualizada para cada alumno, teniendo en cuenta sus capacidades, sus ritmos de aprendizaje y sus limitaciones.
Pero ante todo, una adaptación va mucho más allá de un nuevo currículo, mucho más allá de ser un mero papeleo burocrático, sino que se trata de un producto, un material, un “libro de texto” que está creado para el trabajo diario de un determinado ANEE.
Las adaptaciones curriculares en Ciencias de la Naturaleza
Así pues, cuando un alumno tiene unas necesidades educativas especiales, resulta esencial adaptar el currículo a sus circunstancias personales e individuales y para ello debemos elegir los contenidos basándonos en lo que sabemos que el alumno puede conseguir y eligiendo los objetivos entre los que tienen una mayor aplicación práctica en su vida diaria. Esto es, aquellos que favorezcan el desarrollo de sus capacidades de atención, memoria, expresión, autonomía y socialización.
Teniendo en cuenta estos aspectos, muchos autores coinciden en señalar que las adaptaciones en el área de ciencias deben tener como finalidad:
- La comprensión del mundo físico.
- El conocimiento de los seres vivos.
- La comprensión de su propio cuerpo y de las enfermedades.
- Y la importancia y la preocupación por el cuidado del medio ambiente.
- La comprensión del mundo físico.
- El conocimiento de los seres vivos.
- La comprensión de su propio cuerpo y de las enfermedades.
- Y la importancia y la preocupación por el cuidado del medio ambiente.
Pero sin ánimo de adelantarnos, estas y otras características, las analizaremos con más profundidad en siguientes páginas de este blog.
